El martes, un día que el refranero popular prohíbe casarse o embarcarse en cualquier peligrosa aventura, fue el escogido por Los Van Van para retomar su gira por el oriente del país. Las Tunas, bautizada por la lluvia, resultó la ciudad elegida.
¿Qué pasa con Van Van que después de más de cuatro décadas sigue convocando y emocionando? Quizás la respuesta la tengan los abuelitos que llegaron hasta el Parque 26 de Julio, deseosos de comprobar si el Tren de la Música cubana sigue tocando con la misma sabrosura, o los jóvenes, que enfrentados a este delicioso espectáculo, algunos por primera vez, se entregaron entusiasmados a la experiencia.
Acaso puedan revelar el enigma los más escépticos, aquellos que nunca salen de sus casas a disfrutar de un concierto y que anoche desafiaron la lluvia para asistir, o los “zurdos” en el baile que no consiguieron resultar impasibles ante la euforia general: ¡“Llegó Van Van”! Y esa certeza convertida en singular sonido los contagió a todos, les hizo sumarse a un mar de manos levantadas, de rostros alegres que corearon cada estribillo. Sigue leyendo