Del mar y sus primeras huellas

niña_playaEste verano no es un verano común…sucedió algo especial: Isabela fue por primera vez a la playa. La llevamos, en entusiasta cortejo familiar, hasta La Herradura, en Puerto Padre.

Con sus tres años, se sintió feliz y segura en medio de esa inmensidad verdeazul, y de la mano de su mamá, enseguida se sintió dueña de la situación y pidió lo que quería: nadar, un deseo un poco ambicioso, pero los niños no saben de obstáculos.

No me hubiera perdido ese momento por nada del mundo. Me vino a  la mente mi primer recuerdo de la playa, mis padres me llevaron de vacaciones a Matanzas, y cuando me metí en el agua, comencé a llorar porque estaba segura, muy segura, de que en cualquier momento me comería un cocodrilo. Claro, desde niña fui obstinada y nadie logró que me bañara más de cinco minutos. Sigue leyendo